La esperanza es lo último que se pierde
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jueves, 24 de enero de 2013
lunes, 29 de octubre de 2012
Mis amigos del Néstor Almendros
Esta entrada está dedicada a esas grandes personas que conocí en el Néstor Almendros de Tomares durante mis dos años de Producción.
Y más especialmente, a Zooductions, a Manuel, María, a Ana, Tania y a Rocío. Pero también y con la misma importancia a José Carlos, a Alejandro, a Rocío Cano, y a todos con los que tuve el placer de compartir dos años de módulo inolvidables. Manuel, un tío genial que se ríe siempre de mis chistes y anécdotas, y que tiene una risa capaz de contagiar al mismísimo Hitler. Si hubiera habido un Manuel alemán en Berlín, los problemas se habrían arreglado con unas risas y una mierda flotando en el water. ¡Perdona por no haber financiado la roca! jaja.
Porque ninguno logramos sacar un trabajo de esos dos años de esfuerzo. Pero lo que sí logramos es sacar una amistad que para alguno de los casos ya será para siempre. Porque cada uno de los amigos que allí hice, y especialmente Zooductions, forma ya parte de mi vida. Cada uno de ellos era distinto, diferente, y formábamos un puzzle que hacía del grupo algo genial, pero tengo que destacar especialmente a mis compañeros de Zooductions, y espero que no se me enfade el resto.
Federico simplemente era Fede, el uruguayo. Un aspecto a destacar de él era que tenía coche, y que podíamos ir a tal sitio o tal otro gracias a él. Pero no sólo le queríamos por su coche jajaja. Le queríamos (y le queremos) esencialmente porque era el más experto, el más echao palante, el más gracioso, y el más comepijas de todos. Se las sabía todas, y si alguna vez lograbas vacilarle, siempre te soltaba el consabido "chúpame la pija" o "llevate esta" que igualaba de forma definitiva la balanza o la movía a su lado.
Ale era grande, gracioso como él solo, anárquico, un pijo ácrata como está ahora de moda.Vestía como le salía del alma, no daba explicaciones de nada, iba a su bola y tenía la capacidad de poner voces tales como la de un delfín, la de un cordobés de pueblo, o ambas juntas. Era un amigo leal, podías contarle tus problemas y te echaba un cable, y tenía un montón de colegas en todos lados. Normalmente, la persona que tiene muchos amigos es porque es una buena persona, y en el caso de Ale, esto se cumple.
La cara de Ale mientras sujeta su pase de prensa es mítica y dice mucho de él |
Jose Luis Salú Mancha. Lo digo con todas las letras porque el personaje se lo merece. Podríamos ponerle miles de motes, tales como el recto, el cuadriculado, el del juego de coches, el de los bollos de leche de la abuela, etc. Pero creo que lo que mejor se amolda a él es "Mr Tabla". Todo, absolutamente todo es capaz de meterlo en una tabla. Si el profesor recomendaba hacer algo en Excel, él le miraba sorprendido y le hacía el trabajo en una tabla mucho mejor que el resultado en Excel. Si la profesora se sorprendía de la sobriedad de una tabla, le proponía dibujarle florecillas para hacerla más atractiva a la vista. En definitiva, con Salu siempre tienes a un tío correcto, gracioso y leal a tu lado. Un chaval educado y tal vez la pata de sensatez que necesitaba nuestro grupo.
Es tan feo que le tapamos la cara jajaja |
¿Y qué decir de Alvarito? Aunque tras más de tres años desde que le conozco, creo que ya se merece que alejemos el diminutivo y le llamemos por su nombre, Álvaro. La primera vez que le conocí se le veía un chico tímido, pero nada más lejos de la realidad. Gracioso y cachondo como él solo, al principio decía que no bebía alcohol, pero desde esa noche en la discoteca con todos juntos, demostró que absorbe más que una esponja. Es un tío increíble, y creo que su actual novia, una excelente chavala llamada Bárbara, ha acertado de pleno. No lo dejes escapar a este gaditano de pro, señorita italiana!!! Con él he compartido muy buenos momentos y hablado de cosas muy importantes entre cerveza y cerveza. Es un tío que se deja enredar fácilmente, y eso que tiene novia, y es algo que yo aprecio mucho. Siempre está ahí, y me alegro mucho de no haber perdido el contacto con él.
Esta foto lo resume todo :) |
Hemos compartido partidas de cartas, cortometrajes, castings, obras de teatro, clases con Luis, nos hemos reido juntos de tarjetas de memoria que llegaban a Bolivia y de clases de GPP al ritmo del son "Gepepepegepepepe". Me han puteado al Culo en las cartas, pero a mi no me importaba. Nos lo hemos pasado genial juntos, y siempre que les veo me entran unas enormes ganas de darles un abrazaco y pasar un rato juntos. Porque los amigos cambian tu vida, y los del Néstor en Producción, sin duda, cambiaron la mía.
domingo, 28 de octubre de 2012
La importancia de la amistad y las pequeñas cosas
Tal día como hoy, 28 de Octubre de 1848, se inauguraba la primera línea de ferrocarril en España. Unió las localidades de Barcelona y Mataró.
La importancia de la amistad y las pequeñas cosas.
Cada día que empieza siempre la misma rutina. Levantarse antes de que lo haga el sol, ducharse y vestirse y coger dos autobuses distintos para ir a clase (grande el Bonobus Joven, que me ahorra mis históricos pateos en Sevici). Normalmente soy de los primeros en llegar a la 3.1, aunque el honroso record me lo disputan día tras día Marina y Alicia. La otra integrante de su grupeto, Irene, siempre llega más tarde.
Llegar a clase, mirar la hora y ver un mensaje en el whatsapp. Siempre el mismo mensaje y siempre el mismo pesado: Ángel: "guardadme una butaca". Nos hemos prometido todos los de la mesa, Fran, Jose, Fernando y yo mismo, que antes de final de curso le vamos a comprar un sillón o un sofá para que disfrute del confort necesario para aguantar las clases de Tecnología con ese gran profesor y mejor persona que es Gómesh Méndesh.
Lo que tienen que aguantarme en esa clase no tiene parangón en la historia de la FCOM. Porque hay pocas personas que hablen más que yo en clase, y no solo para comentar diversos temas que surgen durante el trancurso de las 4 horas diarias, sino también para soltar mis legendarias tonterías y para hacer todo tipo de comentarios con mis compañeros de mesa. Normalmente son Fran o Ángel los que siempre están sentados a mi lado izquierdo. Cada sitio de la mesa fue sorteado la primera semana, y a mi me tocó el de más a la izquierda, pero como llego el primero y como Fernando falta tela, Jose II (el jinnense) apenas viene a clase, y Fran II (Musiquito) solo está matriculado de algunas asignaturas, el puesto de honor más cercano al enchufe es ya prácticamente mío.
Como venía diciendo, esa fila que se sienta conmigo está llena de gente espectacular. Gente que me aguanta día tras día pero que también ríen conmigo e intentan pasar esas cuatro horas de la forma más amena posible. Porque sin ellos, yo no tendría con quién comentar nada en clase y me aburriría como una ostra. Sin Fran poniendo ojos de plato y riéndose, sin Ángel con su mirada sabia y experta, y sin Jose flipando al ver la cantidad de apuntes que le faltan y preguntando una y otra vez cuáles son los trabajos y prácticas que le falta por hacer, la vida sería distinta. Todos ellos están posiblemente en el Top Five de la clase, y yo ya me considero sus amigos para lo bueno y para lo malo. Comparto con ellos no solo clases, sino lo que es más importante, el cubo de botellines del viernes (o del miércoles, o del jueves, depende ya del nivel de enreo que seamos capaces de formar).
También vamos de vez en cuando a la FNAC. En la última ocasión, hace 3 días, fuimos para que Ángel comprase su libro de Francés, y acabamos desayunando una espectacular tostada de jamón con aceite y tomate, café y zumo de naranja, a un precio nada elevado para la calidad del servicio. Prometemos repetir. Una vez entrados en la FNAC, como de costumbre, fui yo el que acabé comprando cosas y ellos los que acababan criticando mi consumismo nada comunista. Sí, soy un tío progresista y de izquierdas, pero consumista como pocos. Aunque, en mi defensa, he de decir que consumo solo cosas que de verdad necesito. Ropa, películas o libros, nada de lujos innecesarios.
Si hablo de amistad y de las pequeñas cosas en la FCOM y en nuestra clase, no puedo dejar de mencionar a otras dos personas. En primer lugar Musiquito, que se declara desubicado. Es un pepero pero es buena gente, y eso que no para de lanzarme dardos en twitter. No puedo quejarme, nunca se sabe cuándo hace falta un amigo en las cloacas de la Génova sevillana, y Fran Musiquito es un buen chaval. También se ríe tela conmigo y le he pegado una cancioncita que siempre que canto arranca sus aplausos y risas: "Eduroaaam tus muertos...."
¿Qué decir de Fernando? Yo le llamo de forma cariñosa el aparcacoches, porque siempre que le decimos que se venga después de clase a tomar algo, coincide con una clase posterior de coche. Al ritmo que va, su autoescuela será ya de oro y mármol cuando termine de sacarse el carnet de conducir. Todos pensamos que algunas de las ocasiones en que tiene que coger el coche, realmente "coge otra cosa," como se dice en Sudamérica. Pero no hay pruebas. Fernando destaca por su silencio y su decoro, es un antiyo, todo lo contrario a mi, que no paro de hablar y soltar confidencias. Fernando es una tumba, pero es un gran chaval y sus ratos en "la oficina", dónde nos ponemos a hablar entre clase y clase, al lado de la puerta, junto a la ventana, también son míticos. Estar allí, al principio del pasillo, nos ofrece una perspectiva perfecta para ver entrar en las clases y salir del ascensor a todo el que (y fundamentalmente, la que) se acerque.
No puedo dejar de olvidar a Pepe. No hace falta decir nada de él, los que lo conocéis sabéis perfectamente cómo es Pepe. Yo me río tela con él a pesar de su dogmatismo en ciertos sentidos de la vida y de la política. Luis Grohl es otro grande. Siempre con una sonrisa en la boca, jamás critica, jamás despotrica, siempre ve el lado bueno de las personas. Me tiene enamorado, si fuera mujer le tiraría los tejos a ese tío.
Pero no puedo dejar de hablar del resto, especialmente las mujeres con las que más me he juntado en este año y pico que llevo cursando el Grado de Periodismo. Está Marina, una chica intelectual y agradable, muy trabajadora y con la que me llevo tela de bien. Irene, con la que siempre tengo una coña particular. Le dedico canciones, le doy caña, pero en el fondo nos reímos y he de decir que me cae genial. Y también Cinthia, que iba a presentarse a delegada y me dejó solo (esquirola!!!). Loreto y Kurny, con las que me voy de manifas y con las que siempre comparto otro punto de vista distinto al que comparto con el resto. También en esas manis me encuentro con mucha gente del grupo 2. Son gente super amable y tela de simpáticos todos y todas. Apenas conozco muchos de sus nombres, pero siempre que coincido con ellos me lo paso genial. Jairo, Javi, Serra, Baltasar (un grande), María, Marta, Esther, Laura y Ana. Y por supuesto, los grandes esquiroles cambiaclases, Basallote y Nate (¡no me llames Carlos, llámame Nate!).
No puedo dejar de hablar de Laura, la nueva compañera que viene de la tarde. Es igual que yo pero en mujer. Habla tela, pero yo hablo más, así que cuando ambos coincidimos el zumbeo constante de susurros hace que en el lugar dónde nos encontremos parezca que hay un escape de gas. Es otra de las que dijo que se presentaría a delegada conmigo, ¡¡mucho lirili y poco lerele!! Y tampoco me olvido de Alfonso, luchador y comprometido como pocos, y más buena gente y gracioso que nadie. Estoy enamordo de sus pañuelos y colgantes.
En definitiva, hay mucha gente maravillosa en la FCOM y en 2º de Periodismo, me dejo mucha gente, muchísima en el tintero, pero esto se acaba y no tengo tiempo para más. Me espera una hora cocinando pollo con almendras. Ese es otro de mis hobbies, a parte de la lectura, la escritura, el cine y los botellines: la cocina. Me encanta cocinar, y aprender platos nuevos cada día.
Esta entrada va dedicada a todos los mencionados, y a los que no mencioné también. Va dedicada a la amistad, y a los pequeños detalles. Porque un hombre sin amigos demuestra ser un hombre despreciable. El que tiene un amigo, tiene un tesoro, y la gente que tiene muchos amigos suele ser gente buena, amable y sincera, gente leal y que quiere no solo su bienestar, sino el del resto. Los pequeños detalles, un abrazo, una charla en un bar, una sonrisa, un apoyo frente a un tercero que nos daña. Una conversación sincera, que despeje tus dudas. Un apoyo puntual, en un momento de duda. Los amigos son los mejores aliados de una persona. Porque si te apoya un familiar, es lo normal, es sangre de tu sangre. El apoyo de un amigo no tiene precio.
La importancia de la amistad y las pequeñas cosas.
Cada día que empieza siempre la misma rutina. Levantarse antes de que lo haga el sol, ducharse y vestirse y coger dos autobuses distintos para ir a clase (grande el Bonobus Joven, que me ahorra mis históricos pateos en Sevici). Normalmente soy de los primeros en llegar a la 3.1, aunque el honroso record me lo disputan día tras día Marina y Alicia. La otra integrante de su grupeto, Irene, siempre llega más tarde.
Llegar a clase, mirar la hora y ver un mensaje en el whatsapp. Siempre el mismo mensaje y siempre el mismo pesado: Ángel: "guardadme una butaca". Nos hemos prometido todos los de la mesa, Fran, Jose, Fernando y yo mismo, que antes de final de curso le vamos a comprar un sillón o un sofá para que disfrute del confort necesario para aguantar las clases de Tecnología con ese gran profesor y mejor persona que es Gómesh Méndesh.
Lo que tienen que aguantarme en esa clase no tiene parangón en la historia de la FCOM. Porque hay pocas personas que hablen más que yo en clase, y no solo para comentar diversos temas que surgen durante el trancurso de las 4 horas diarias, sino también para soltar mis legendarias tonterías y para hacer todo tipo de comentarios con mis compañeros de mesa. Normalmente son Fran o Ángel los que siempre están sentados a mi lado izquierdo. Cada sitio de la mesa fue sorteado la primera semana, y a mi me tocó el de más a la izquierda, pero como llego el primero y como Fernando falta tela, Jose II (el jinnense) apenas viene a clase, y Fran II (Musiquito) solo está matriculado de algunas asignaturas, el puesto de honor más cercano al enchufe es ya prácticamente mío.
Como venía diciendo, esa fila que se sienta conmigo está llena de gente espectacular. Gente que me aguanta día tras día pero que también ríen conmigo e intentan pasar esas cuatro horas de la forma más amena posible. Porque sin ellos, yo no tendría con quién comentar nada en clase y me aburriría como una ostra. Sin Fran poniendo ojos de plato y riéndose, sin Ángel con su mirada sabia y experta, y sin Jose flipando al ver la cantidad de apuntes que le faltan y preguntando una y otra vez cuáles son los trabajos y prácticas que le falta por hacer, la vida sería distinta. Todos ellos están posiblemente en el Top Five de la clase, y yo ya me considero sus amigos para lo bueno y para lo malo. Comparto con ellos no solo clases, sino lo que es más importante, el cubo de botellines del viernes (o del miércoles, o del jueves, depende ya del nivel de enreo que seamos capaces de formar).
Si hablo de amistad y de las pequeñas cosas en la FCOM y en nuestra clase, no puedo dejar de mencionar a otras dos personas. En primer lugar Musiquito, que se declara desubicado. Es un pepero pero es buena gente, y eso que no para de lanzarme dardos en twitter. No puedo quejarme, nunca se sabe cuándo hace falta un amigo en las cloacas de la Génova sevillana, y Fran Musiquito es un buen chaval. También se ríe tela conmigo y le he pegado una cancioncita que siempre que canto arranca sus aplausos y risas: "Eduroaaam tus muertos...."
¿Qué decir de Fernando? Yo le llamo de forma cariñosa el aparcacoches, porque siempre que le decimos que se venga después de clase a tomar algo, coincide con una clase posterior de coche. Al ritmo que va, su autoescuela será ya de oro y mármol cuando termine de sacarse el carnet de conducir. Todos pensamos que algunas de las ocasiones en que tiene que coger el coche, realmente "coge otra cosa," como se dice en Sudamérica. Pero no hay pruebas. Fernando destaca por su silencio y su decoro, es un antiyo, todo lo contrario a mi, que no paro de hablar y soltar confidencias. Fernando es una tumba, pero es un gran chaval y sus ratos en "la oficina", dónde nos ponemos a hablar entre clase y clase, al lado de la puerta, junto a la ventana, también son míticos. Estar allí, al principio del pasillo, nos ofrece una perspectiva perfecta para ver entrar en las clases y salir del ascensor a todo el que (y fundamentalmente, la que) se acerque.
No puedo dejar de olvidar a Pepe. No hace falta decir nada de él, los que lo conocéis sabéis perfectamente cómo es Pepe. Yo me río tela con él a pesar de su dogmatismo en ciertos sentidos de la vida y de la política. Luis Grohl es otro grande. Siempre con una sonrisa en la boca, jamás critica, jamás despotrica, siempre ve el lado bueno de las personas. Me tiene enamorado, si fuera mujer le tiraría los tejos a ese tío.
Pero no puedo dejar de hablar del resto, especialmente las mujeres con las que más me he juntado en este año y pico que llevo cursando el Grado de Periodismo. Está Marina, una chica intelectual y agradable, muy trabajadora y con la que me llevo tela de bien. Irene, con la que siempre tengo una coña particular. Le dedico canciones, le doy caña, pero en el fondo nos reímos y he de decir que me cae genial. Y también Cinthia, que iba a presentarse a delegada y me dejó solo (esquirola!!!). Loreto y Kurny, con las que me voy de manifas y con las que siempre comparto otro punto de vista distinto al que comparto con el resto. También en esas manis me encuentro con mucha gente del grupo 2. Son gente super amable y tela de simpáticos todos y todas. Apenas conozco muchos de sus nombres, pero siempre que coincido con ellos me lo paso genial. Jairo, Javi, Serra, Baltasar (un grande), María, Marta, Esther, Laura y Ana. Y por supuesto, los grandes esquiroles cambiaclases, Basallote y Nate (¡no me llames Carlos, llámame Nate!).
No puedo dejar de hablar de Laura, la nueva compañera que viene de la tarde. Es igual que yo pero en mujer. Habla tela, pero yo hablo más, así que cuando ambos coincidimos el zumbeo constante de susurros hace que en el lugar dónde nos encontremos parezca que hay un escape de gas. Es otra de las que dijo que se presentaría a delegada conmigo, ¡¡mucho lirili y poco lerele!! Y tampoco me olvido de Alfonso, luchador y comprometido como pocos, y más buena gente y gracioso que nadie. Estoy enamordo de sus pañuelos y colgantes.
En definitiva, hay mucha gente maravillosa en la FCOM y en 2º de Periodismo, me dejo mucha gente, muchísima en el tintero, pero esto se acaba y no tengo tiempo para más. Me espera una hora cocinando pollo con almendras. Ese es otro de mis hobbies, a parte de la lectura, la escritura, el cine y los botellines: la cocina. Me encanta cocinar, y aprender platos nuevos cada día.
Esta entrada va dedicada a todos los mencionados, y a los que no mencioné también. Va dedicada a la amistad, y a los pequeños detalles. Porque un hombre sin amigos demuestra ser un hombre despreciable. El que tiene un amigo, tiene un tesoro, y la gente que tiene muchos amigos suele ser gente buena, amable y sincera, gente leal y que quiere no solo su bienestar, sino el del resto. Los pequeños detalles, un abrazo, una charla en un bar, una sonrisa, un apoyo frente a un tercero que nos daña. Una conversación sincera, que despeje tus dudas. Un apoyo puntual, en un momento de duda. Los amigos son los mejores aliados de una persona. Porque si te apoya un familiar, es lo normal, es sangre de tu sangre. El apoyo de un amigo no tiene precio.
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