En esta primera entrada simplemente quiero daros a todos y todas las bienvenida a este blog, un espacio virtual en el que compartiré con aquel o aquella que quiera leerme un poquito de todo, pero fundamentalmente pensamientos, inquietudes, ilusiones, fracasos (que no son sino intentos infructuosos de lograr el objetivo por un camino, y que nos permiten avanzar en nuevos senderos), y sobre todo, ESPERANZA. Mucha esperanza.
Según la Real Academia del Español, en su primera acepción:
Esperanza: estado de ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos.
Lejos de la tercera acepción, basada en la teología cristiana, creo que el valor de la esperanza como sinónimo de ilusión, utopía o incluso de lucha por el futuro es vital para la sociedad. Sin esperanza no somos humanos. La esperanza nos hace fuertes, nos hace querer avanzar y amar el camino, nos hace buscar lo imposible, nos hace intentar ser felices, nos hace fuertes y sobre todo, nos hace personas.
Intentaré que esta esperanza nutra mi blog de positivismo, e incluso en aquellos momentos tristes o menos alegres, en aquellos momentos en los que el ánimo flaquee, aún así se deje notar. Porque los momentos tristes también son parte de la vida, y parte de ese camino hacia nuestra utopía, ya sea personal o colectiva, mental o física.
Por supuesto, mi faceta de estudiante de periodismo acompañará siempre a mi blog. La esencia del periodismo, de los valores que la profesión representa, así como la actualidad social y política e incluso deportiva nutrirán una parte importante de mis entradas.
Espero que paséis un buen rato en mi blog a partir de hoy. Saludos a todos y todas.
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